En una recorrida por la ciudad de Gualeguaychú es imperdible la visita a la Catedral. Por supuesto, como en casi todas las ciudades, se ubica en la plaza central y en este caso resulta una parada interesante.
La imagen a primera vista, desde afuera, es imponente. Su altura, el estilo de construcción, todo llama la atención. Tiene dos torres, en una está el reloj y el campanario, la otra, creo que es falsa. Muchos edificios de Entre Ríos de esa época (mediados de siglo 19) adoptaban esta arquitectura simétrica que se imponía obligatoria. También es importante remarcar que Gualeguaychú es una ciudad portuaria y su economía fue muy prospera en la exportación de carnes a Europa.
Cuando se ingresa a la Catedral la vista también es imponente. La belleza de sus naves que fueron realizadas en años posteriores se despliega para quien tenga la sensibilidad de la belleza, más allá de la religiosidad que cada uno profesa. Todas sus paredes, que son lisas, están decoradas con un modo de pintura artesanal que simula relieves. Sus techos altísimos y curvos dan muestra del esplendor de la época. Muchos de los techos hoy dan muestras de la falta de mantenimiento, también un signo pero de esta época.
Veamos algunas fotos:
La riqueza de las imágenes, los altares, todo es para admirar.
Impresionante vista del órgano de viento, si observan cada cilindro de distinta dimensión tiene una boca de salida del sonido. No tuvimos oportunidad de oírlo pero debe ser sorprendente!
En fin, una interesante parada si visitan la ciudad de Gualeguaychú que tiene muchas más bellezas por disfrutar.
En la próxima entrada continuamos!
Daniel
Somos PIZZA LOPEZ
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