Salida de fin de semana. Un día de campo en Carlos Keen en una hermosa estancia para almorzar y pasar el día hasta el atardecer.
Carlos Keen es una pequeña localidad en el oeste y cercana a Luján. Todos los fines de semana se presenta como una interesante alternativa para pasar un día de campo. Hay muchas opciones para almorzar y luego disfrutar del aire libre en las arboledas o visitar el centro cultural que funciona en la antigua estación, también pasear por la feria de artesanías.
En esta oportunidad nuestra visita fue a la estancia La Rosada.
Se ubica apenas alejada de la movida gastronómica que se desarrolla en la periferia de la estación y aparte de la propuesta culinaria, que se extiende hasta la tarde, ofrece un lindo paseo por sus parques arbolados y con un vistoso desarrollo de paisajismo,
Una vez que se ingresa y uno se anuncia, recibe la ubicación de la mesa que se ocupará dentro del salón cuando llamen a almorzar. Para engañar al apetito hay una recepción con deliciosas empanadas y vinito, por supuesto. Canilla libre.
Mientras se espera la señal para almorzar los que desean pueden pasear a caballo o recorrer los distintos sectores del parque, todos colmados de plantas y flores o visitar la parrilla para ir "orejeando" lo que se viene. No sé porqué, pero esto es lo que siempre elijo en estos casos!!
Algo después de las 13 llegan las campanadas para ingresar al salón comedor. Está muy bien organizado y todos se sientan tranquilamente.
Cuando ya todos ocuparon sus mesas asignadas comienza la sucesión bien argenta de chorizos, morcillas y carnes de pollo, vaca y cerdo. Todo bien servido y con buena calidad. Punto menos porque no había papas fritas!
Luego el infaltable postre con las opciones clásicas, bastante bien.
Mientras se iba desarrollando el almuerzo un cantor deleitó con un repertorio de varias conocidas del cancionero folclórico. Un lindo recorrido musical por las provincias. Entreverando la música una pareja de bailarines hacían unos cuadros de zambas, chacareras, un tango y un ovacionado malambo!
Luego para bajar la comida la propuesta del parque incluye un espectáculo ecuestre con jinetes haciendo destrezas. Otros pueden optar por una caminata por las arboledas o sentarse abajo de los árboles a descansar. Alguno he visto haciendo la siesta!
A las 17 y para cerrar la tarde las mesas exteriores se llenaron de pastelitos, mate cocido y gaseosas. Hicimos esta degustación, eso sí! casi por obligación... y ya emprendimos el regreso.
Prometimos volver a Carlos Keen, quedó mucho por visitar.
Daniel Lopez
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ResponderEliminar....que raro....siempre al lado de una parrilla....!
ResponderEliminarLos placeres de la vida a los que doy rienda suelta son muy poquitos, la parrilla es uno. Una copa de buen vino es otro. Salud !
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