En esta entrada les contamos sobre esta interesante opción de visita con almuerzo incluido. Tomás Jofré, es un pequeño pueblo a pocos kms de la ciudad de Mercedes, en el Oeste Bonaerense, que todos los fines de semana, desde hace muchos años, abre sus puertas a miles de visitantes que van a almorzar, pasean en su pequeña plaza, toman unos mates compran algunas artesanías o dulces y se van.
Recorriendo la ruta 5 hacia Mercedes poco después del peaje se encuentra la salida que indica el pueblo de Tomás Jofré. Desde hace un tiempo se encuentra funcionando un puente que permite cruzar la ruta con comodidad hacia la izquierda. Desde ahí hasta el pueblo se llega por la ruta prov 42 y son unos pocos kilómetros de campo y campo.
El pueblo es bastante pequeño, desde la entrada hasta el final no más de tres o cuatro cuadras. Viven en forma estable un par de cientos de personas solamente. Su nombre verdadero es Jorge Born, quien fue el que loteó las tierras y Tomás Jofré es el de la estación que hace homenaje a un Abogado y Maestro que logró el desvío de la traza y la parada ferroviaria, sin funcionamiento hoy. Algunas curiosidades son que el pequeño poblado no tiene iglesia ni comisaria. Inclusive hay calles sin nombre.
Saliendo de la ruta 42 se entra a su calle principal, de tierra y de inmediato aparecen personas de todos lados con ofertas gastronómicas de todo tipo.
Saliendo de la ruta 42 se entra a su calle principal, de tierra y de inmediato aparecen personas de todos lados con ofertas gastronómicas de todo tipo.
La historia de este polo tan concurrido hoy se remonta muchos años atrás donde algunas casas servían unos raviolones a tenedor libre y mucha gente hacía el recorrido para degustarlos, entre la primeras están La Casona de Jofré, fundada en 1932 y Silvano, otra opción también con gran historia fundadora.
En esta oportunidad optamos por La Casona.
La Casona tiene un amplio salón comedor y también un patio exterior con sombra verde y una hermosa glorieta
El domingo de diciembre que fuimos hacía calor y elegimos el delicioso fresco del patio, dicho sea de paso llegamos temprano y había lugar de sobra para ubicarnos.
Rápidamente se fue llenando , es por eso que los más demorados en llegar se sientan donde pueden o esperan otro turno!
La oferta gastronómica es bien intensa, ideal para los de buen comer, incluye una entrada de fiambres, quesos y pan casero, todo a diente libre como dicen los cordobeses!!
Permiso, ya llegó la entrada...
Ya empezaron!... Esperen maulas!!! Quiero sacar una foto nomás!!!
La agarré justito!!
Para seguir hay pastas también, entre otros los tradicionales raviolones con salsas a elegir.
Luego los infaltables chorizos, morcillas, costillar asado, vacío y lechón a la cruz. Todo muy bien hecho y a la leña Se incluyen guarniciones, también a pedir nomás!!
Vamos muchachos que falta... el postre!! Los clásicos como flan casero, helado, queso y dulce, budín de pan o zapallo en almibar.
El precio? 230 pesos por persona, incluye las bebidas colas o sodas. (Precio de La Casona)
Luego de semejante desparramo de costillas decidimos con gran firmeza de todos los comensales salir a caminar y bajar unas 6 o 7 calorías...
Cruzamos decididos a la plaza, que está justo enfrente y dimos la vuelta olímpica por sus puestos de artesanías y comestibles de feria hechos por artesanos locales. Como siempre algunos feriantes venden productos y baratijas importadas... esto me desagrada mucho en estas ferias!! Alguien los autoriza!!
Luego de semejante caminata se impuso la idea de... unos mates, en una sombrita (llevar sillas). Mientras el niñito disfrutaba de los jueguitos de la plaza e intercambiaba mensajes intergalácticos y personajes raros con otros de su especie, alguien salío de su silla y compró pastelitos! ... gasto innecesario!!. Imposible comer más, el lechón todavía pedía cancha!!
Como apreciación personal digo que no es la gran experiencia gastronómica, sino algo clásico. Eso sí, es para comer abundante, muy bien hecho y de buena calidad. La atención es muy buena y el precio es acorde a los costos actuales, el niño de siete años pagó medio cubierto, ahí me parece un poquito caro!
Es una propuesta cercana, para pasar un día ameno, con un paseo sencillo, en un ambiente agradable y seguro.
Volveremos!!
Daniel
Somos PIZZA LOPEZ
Caserita, lista para hornear!
En esta oportunidad optamos por La Casona.
La Casona tiene un amplio salón comedor y también un patio exterior con sombra verde y una hermosa glorieta
El domingo de diciembre que fuimos hacía calor y elegimos el delicioso fresco del patio, dicho sea de paso llegamos temprano y había lugar de sobra para ubicarnos.
Rápidamente se fue llenando , es por eso que los más demorados en llegar se sientan donde pueden o esperan otro turno!
La oferta gastronómica es bien intensa, ideal para los de buen comer, incluye una entrada de fiambres, quesos y pan casero, todo a diente libre como dicen los cordobeses!!
Permiso, ya llegó la entrada...
Ya empezaron!... Esperen maulas!!! Quiero sacar una foto nomás!!!
La agarré justito!!
Para seguir hay pastas también, entre otros los tradicionales raviolones con salsas a elegir.
Luego los infaltables chorizos, morcillas, costillar asado, vacío y lechón a la cruz. Todo muy bien hecho y a la leña Se incluyen guarniciones, también a pedir nomás!!
Vamos muchachos que falta... el postre!! Los clásicos como flan casero, helado, queso y dulce, budín de pan o zapallo en almibar.
El precio? 230 pesos por persona, incluye las bebidas colas o sodas. (Precio de La Casona)
Luego de semejante desparramo de costillas decidimos con gran firmeza de todos los comensales salir a caminar y bajar unas 6 o 7 calorías...
Cruzamos decididos a la plaza, que está justo enfrente y dimos la vuelta olímpica por sus puestos de artesanías y comestibles de feria hechos por artesanos locales. Como siempre algunos feriantes venden productos y baratijas importadas... esto me desagrada mucho en estas ferias!! Alguien los autoriza!!
Luego de semejante caminata se impuso la idea de... unos mates, en una sombrita (llevar sillas). Mientras el niñito disfrutaba de los jueguitos de la plaza e intercambiaba mensajes intergalácticos y personajes raros con otros de su especie, alguien salío de su silla y compró pastelitos! ... gasto innecesario!!. Imposible comer más, el lechón todavía pedía cancha!!
Como apreciación personal digo que no es la gran experiencia gastronómica, sino algo clásico. Eso sí, es para comer abundante, muy bien hecho y de buena calidad. La atención es muy buena y el precio es acorde a los costos actuales, el niño de siete años pagó medio cubierto, ahí me parece un poquito caro!
Es una propuesta cercana, para pasar un día ameno, con un paseo sencillo, en un ambiente agradable y seguro.
Volveremos!!
Daniel
Somos PIZZA LOPEZ
Caserita, lista para hornear!